sábado, 20 de octubre de 2007

¿Y alguien quiere una selección?

Estoy en una taquería un miércoles por la noche. La televisión está prendida en el partido México vs Guatemala y mucha gente hace como que lo ve, pero la neta es que no le importa. Comienza el encuentro, y a los seis minutos, goooool de los chapines. Dos chavos a lado mío lo cantan y se ríen. "A ver como nos va", dice uno de ellos.

"Lo malo es que igual y no vamos a los Juegos Olímpicos", le responde el otro. "Tú creeeeeees?", "Uta, si están re mal, verdad?"

Tras cuatro de suadero, salí de ahí y la verdad es que después hice como el resto de la gente; entre que lo veía y no lo veía, tenía prendido el televisor y sólo volteaba a ver cómo se golpeaban los jugadores. Terminó el partido y los guatemaltecos, como irónicamente dijo al aire en la transmisión de TV Azteca, Christian Martinolli, festejaban como si hubieran ganado un partido del mundial.

Fuera del pobre espectáculo y del morbo que eso puede llegar a significar, comienzan las dudas: ¿A qué grado se está abaratando o encareciendo (como lo quieran ver) tener una selección de futbol? ¿De qué sirve tener al mentado Pentapichichi y sólo por su fama y ego, pagarle millones de dólares por declarar que las canchas de Estados Unidos son malas, y que no importa llamar a los "naturalizados" pero hay que importar jugadores noruegos y suecos ("los rápidos y los altos") para hacer una "selección de a deveras"?

Lo cierto es que la selección o lo que quieren vender de ella, ha perdido mucho de su orgullo y creo que el aficionado mexicano no se deja engañar. Si le pones un partido "de despedida" un miércoles por la noche en el Estadio Azteca ante Paraguay, no llega a los 60 mil aficionados. Y encima, el equipo pierde y los de la Federación Mexicana todavía se preguntan: "¿Por qué, si tenemos a Hugo?"

Estamos de acuerdo que nos encontramos en una época donde todo es negocio y hay que sacar agua de las piedras. Pero si el aficionado (ese que paga el boleto aunque suene trillado, la playera, los viajes de traslado y los entrenamientos de a 50 cada uno, nomás por no dejar) exige más de un conjunto que todo el día y a todas horas te vende el discurso de los "jugadores europeos", de tener la base de la "campeona del mundo sub-17" o, para resumir, "de la camada de jugadores azteca jamás-antes-vista", entonces como selección tenemos (o tienen, no lo sé) un problema.

También, trístemente, a Hugo se le están debilitando sus argumentos. Su fama de triunfador en el Real Madrid no le alcanza para, desde la banca, hacer jugar bien a una selección que juega para atrás (Sí, hasta con Guatemala), un "sistema" de juego que amontona en lugar de defender y que corretea a sus delanteros a no sabemos dónde. Muchos podrán decir el choro barato de: "es que la culpa no es de Hugo, en la cancha los jugadores juegan". Entonces, ¿dónde quedó el criticadísimo La Volpe, su táctica "erronea", su "pobre manejo", su "poca capacidad de motivación y entendimiento" con el jugador y la falta de "aquello extra" que se necesita para ganar?.

Si ya se han olvidado del orgullo de crear un equipo nacional competitivo y lo único que quieren es vender un producto de calidad, habrá que analizar cómo le piensan hacer. Porque hoy, jugando en la zona de Concacaf, ya no digamos ante Estados Unidos, sino ante Honduras, Costa Rica, Guatemala, todos los caribeños, etc... ya empiezan a escucharse dudas con tono de miedo de "a ver si calificamos a Beijing".

Creo que ante todo, la selección carece de solidez, de credibilidad y eso es grave. México puede quedar fuera de los Juegos Olímpicos, si de futbol estamos hablando...y para septiembre de 2008 seguir cosechando dólares, con Hugo en la banca, olvidándose de sus promesas en tiempos anteriores (porque ahora ya no, qué caso tiene prometer), cuando se sentía el mesías irrefutable .

Mientras tanto, la gente que ve a la selección aunque sea de casualidad, sigue en otra cosa.

jueves, 11 de octubre de 2007

Por qué eres tú

Por qué me sigo fijando en tí?

Por qué estás ahí y no existes?

Por qué me alejo y me extrañas?

Por qué eres un fantasma y a la vez, algo real?

Por qué me quieres y me rechazas?

Por qué me odias y te me acercas?

Quiero estar contigo y tú no estás.

No quiero nada de tí, pero siempre te tengo.

No te puedo callar ni un segundo, pero no me dices nada.

Es como desaparecer una sombra...

... siempre te sigue pero nunca te penetra.

Nunca te pregunta, pero te cuestiona.

Siempre te acaricia, pero no te deja en paz.

Si quieres algo de mí, mejor aléjate.

Pero nunca permitas que se vaya tu presencia.

Tu sonrisa y tu gracia,

casi inocente pero tan maléfica...

Y es que puedo vivir sin tenerte,

más no sin apreciarte.

Puedo amarte mil veces, pero nunca lo entenderías.

Puedo odiarte siempre y arrepentirme después.

Porque eres tú, porque eres vacía... y estás llena de tí.