sábado, 15 de marzo de 2008

El adiós...

Qué difícil es decir adiós. Hace poco más de un mes comencé a planear mi partida y desde entonces es mucho lo que ha pasado por mi mente.

Las cosas que dejas en el camino, las palabras que nunca dijiste, los actos que pudieron haber sido y no lo fueron, quién sabe por qué, quedan clavadas en una parte de mi que hoy las guardaré en una maleta con un destino hacia miles de kilómetros de lo que llamamos hogar.

Ahora me queda un futuro, tan claro como impredecible, tan excitante como extraño, pero siempre con la esperanza de buscar esa eterna respuesta que nos hace movernos y ser curiosos en cada paso que damos, por el simple hecho de ir por algo que es más grande que nosotros.

Estoy nervioso, ansioso y conmovido. Estos son días en que las palabras a veces no me alcanzan para expresarles a todos los que me rodean lo que estoy sintiendo y cómo los estoy viendo ahora que la vida se me hace tan diferente.

Ahora siento que sólo quedo yo, en la búsqueda de encarar mis más grandes sentimientos, y en esa parte de mi en la cual me levanto, me cuestiono y me reto todos los días.

Sin embargo, a todos ustedes les digo "Gracias" y los veo pronto.

Un abrazo.

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