martes, 26 de agosto de 2008

Tango porteño

(Escrito para la maestría de Clarín. Saludos)

Buenos Aires.- En un rincón de San Telmo se puede respirar aún parte del tradicional ambiente porteño argentino. Rolando Génova y Lorena Vega deleitan todos los domingos desde hace tres años a los visitantes del barrio que presume ser creador del tango, con una buena dosis de baile y diversión entre las parejas que desean aprender.
Con una pequeña grabadora, un par de parlantes y seis bailarines en total que se presentan en un sector de la calle Defensa al 700, Génova y Vega pretenden evolucionar y hacer perdurar una tradición argentina enseñando a los presentes uno que otro pase de tango, acompañado de la simbólica foto del recuerdo.
Entre los varios puestos de la feria de Plaza Dorrego, rodeados de la venta de recuerdos argentinos como fotos, libros, antigüedades, mates, instrumentos para protegerse del frío y demás presentaciones hechas para captar la atención del visitante, el tango y la milonga destacan por el encanto que significa el encuentro entre dos personas al ritmo de la música.
Rolando Génova, de 35 años, expresa su satisfacción por trabajar en San Telmo con su grupo de baile el cual, aparte de ser el protagonista, es el instructor principal:
“San Telmo somos todos, los que vivimos aquí, los que visitan la feria. Queremos mostrar todo lo que el tango significa, primero con una imagen que quede para siempre y después, animando al visitante a que aprenda, aunque sea un poco, lo que es este baile. Nuestro mérito principal es hacerlo en este pequeño espacio sobre el tapete”.
“Siempre hemos estado de cierta forma en conexión con el barrio. Hemos tenido problemas porque nos hemos tenido que cambiar de esquina en algunas ocasiones ya que a algunos vecinos les molestaba el ruido, pero nos hemos acostumbrado”.
Para Rolando es importante que la gente aprenda el tango tradicional: “Con el tiempo las costumbres se han ido modificando y ya hay varios tipos de pasos, pero lo mejor es bailar el tango de salón, la milonga. Quien no sabe esto, no puede aprender, no entiende la esencia del abrazo, el estar con la pareja, el compartir la respiración”.
“También creo que se nace con el sentimiento. Gran parte del sentido del tango tiene que ver con el hecho de buscar en muchas ocasiones a esa persona especial para bailar y eso no es fácil”, agregó Rolando.
Afirmo que sus inicios fueron en el tango tradicional por influencia de su abuela: “Me tocó ser su pareja de baile durante mucho tiempo, y a pesar de que a los ocho o nueve años lo tomas como un simple juego, aprendes de todo el ambiente del salón y de la pista. Ya después, si te atrapa, buscas perfeccionarte y por eso decidí ir con otros maestros donde absorbí de todo. Por eso formé mi propio grupo del que soy solo instructor, aclaro; no me considero un docente”.
Rolando explicó que cada domingo cambia de bailarines y que entre todos es fundamental que haya una relación de armonía: “Quiero irlos rotando, abrirles la puerta para que aprendan el oficio y respeten los horarios, la disciplina, que sepan atender a la gente a la que le estas enseñando los pasos y que va a divertirse”.
Para bailar y enseñar a bailar todos los domingos, necesitan de un permiso del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires que se renueva gradualmente: “Afortunadamente nos han apoyado y dado la oportunidad de exponernos. Venimos de varias gestiones en que nos costó mucho, pero lo podemos hacer ahora”, explicó.
Rolando afirmó que su grupo se presenta en varios lugares, donde representan también diferentes tipos de ritmos. “Somos el primer grupo de ritmo tango que se pone en la calle de Defensa y en la Plaza Dorrego. Pero también por ejemplo, fuimos en 2007 a las Islas Canarias y allá presentamos todo tipo de música latinoamericana como la salsa y el jarabe tapatío. Vamos a cualquier parte donde nos llaman y les interesa el show. Todo lo coordino con Lorena”.
Lorena Vega, de 35 años, es maestra de expresión corporal y desde hace diez años, compañera de baile de Rolando. Ella nos relata su pasión por lo que el tango envuelve: “Para mi lo es todo, es un sentimiento. Comencé como un hobby pero después supe que me iba a dedicar a esto, ya que permite expresarte de cualquier forma. Es amor, es intensidad”
Ella cree que el tango es una tradición que difícilmente se perderá en Argentina. “Ha cambiado un poco en sí, no para mal, sino que ha evolucionado. Por ahí la gente grande critica y dice que lo que se baila ahora no es tango, que hay más trucos. Pero cuando tienes que presentar varios shows en un escenario, los pasos cambian para que luzca más y eso creo que es bueno. Además, sigue teniendo la esencia de que es en el piso, eso no se modifica”.
Lorena reitera que en toda la ciudad de Buenos Aires hay milongas y diferentes lugares de tango, que demuestra que el sentimiento sigue vigente: “Obvio que San Telmo es junto con la Boca, los lugares donde más se baila. Hay gusto para todos los que quieren aprender, desde la gente mayor y los jóvenes hasta los extranjeros que se quedan a vivir acá. Aquí en la calle, los que pasan por Defensa, sólo lo hacen por mera diversión como el turista común, pero los que nos dedicamos a esto lo hacemos a full, con una gran intensidad. Es algo que se queda contigo”.

2 comentarios:

El país de lo absurdo dijo...

Hola Oscar:
Me gusta es muy sobrio tu blog, serio y con temas interesantes. Pero creo que podrías anexar fotos a los textos, sería más atractivo. Y los textos que no sean tan largos... por qué no los acortas sería bueno.
En fin está lindo.

eRRe dijo...

Tango que me hiciste mal
y sin embargo...