domingo, 18 de noviembre de 2007

Un poco de Soda...no basta (Parte 2)

La verdad es que rebasó mis emociones. Me puedo quejar de que a Cerati ya se le ve el paso de los años, a pesar de que sus capacidades de manejo de la guitarra siguen intactas; que Zeta no tiene la movilidad de antes y que Alberti estaba por momentos demasiado serio y desconectado. Asimismo, puedo protestar por la calidad del audio, de que el set-list del jueves y el viernes fue casí el mismo, que tuve que soportar a mucha gente que se quejaba ahí pero que no se sabía las canciones y que como suele pasar, me quedé un tanto insatisfecho en cuanto a todo aquello que les faltó por tocar.

Pero eso qué importa. Desde el jueves 15 estuve en primera fila dentro de las gradas del Foro Sol. Eran las nueve en punto de la noche y el lugar estaba todavía a la mitad de su capacidad. Por un momento pensé que no se llenaría, ya que el show iba a comenzar aparentemente en unos minutos, pero miles de personas estaban afuera del recinto a paso lento.

Pude ver gente de 30 años para arriba -como un servidor- esperando con ansias el comienzo del recital y alcancé a escuchar que uno de ellos platicaba con su hija cuando hace veinte años fue a ver al grupo a Guadalajara y a Puebla. "Esperé mucho para esto, ya vas a ver lo que es, no nos pueden fallar" dijo frotándose las manos, a lo mejor también por el frío que hacía. Lo más curioso fue ver a los fans de 20 años para abajo, aquellos que no disfrutaron de los mejores momentos de Soda Stereo pero que se sabían cada una de las letras.

Como ha sido a lo largo de la gira, el concierto comenzó con los primeros acordes de Juegos de Seducción y un "hola chilangos" de la voz de Cerati que fue coreado de inmediato. Como estampida humana, el Foro se llenó de inmediato y fue la señal de que todo podía empezara tomar su curso.

"Telekinesis", "Imágenes Retro", "En la Ciudad de la Furia", "Texturas", "Final Caja Negra" y el mix con tintes de reggeatón en "Zoom- Cuando Pase el Temblor" fueron algunas muestras que fueron levantando la temperatura en las siguientes dos horas y media, en donde el tradicional grito del "Oe, oe, oe, oe...Soda, Soda" era constante entre canción y canción.

Con ciertas cualidades demagógicas, Cerati jugaba su papel e invitaba al público a cambiar el espacio frío que reinaba en el ambiente por uno de los momentos más emotivos de la noche. "No sólo quiero ver la Luna, quiero ver más estrellas, pagamos mucho dinero por el móvil (teléfono celular), así que muéstrenme sus luces", invitaba el cantante a la multitud mientras entonaba la balada "Fue".

Ya cuando llegaron temas como "Persiana Americana, "No Existes", "Danza Rota", "Trátame Suavemente", "Sueles Dejarme Sólo" (con show de guitarra al estilo Pete Towsend, cortesía de Cerati), y la lógica secuencia "En Remolinos-Primavera Cero", la energía, la emoción y la nostalgia se combinaron entre los asistentes, que en su mayoría, mostraba cierto grado de euforía en el rostro conforme pasaban las canciones.

"De Música Ligera" cerró de la mejor manera la primera parte del concierto que para entonces llevaba casí las dos horas, por lo que mucha gente pensó que no había más y empezó a buscar la puerta de salida. Cinco minutos después, dos círculos giraban incesantemente en el escenario y dando pauta al "Disco Eterno", con el que los Soda regresaron y el público, también.

"Prófugos" indicaba que otra parte de la presentación terminaba y ahora nadie se movía de ahí, sabiendo que quedaba algo por venir. Si la poco conocida "Zona de Promesas" no fue tan bien recibida, las primeras notas de "Naaada, o,o,o, Nada Personal" desató el entusiasmo de los presentes, coreado como el himno de los ochenta que todo mundo cantó alguna vez y por si fuera poco, hubo tiempo para tomar muchas "Vitaminas", tema legenadario que cerró con broche de oro la velada más esperada por los soda-maniacos-chilangos- mexicanos de los últimos diez años.

De la noche del 16 no puedo decir mucho más, salvo que estuve unos metros más adelante, que me acompaño el buen "R" y me dejó su legado minutos antes de empezar, que estaba todavía exhausto consecuencia de la víspera y acabé peor, que presencié como "El Rito" hizo su aparición en lugar de la "Promesa", y que los todos los actores cumplieron una vez más su rol de satisfacer a más de los 55 mil fanáticos que se dieron cita en cada uno de los conciertos.

Creo que lo que menos me interesó de este regreso es el hecho de cuestionarme si regresaron por el dinero o por la emoción de tocar. La plata, indudablemente me la gasté, pero los gritos y los recuerdos es algo que siempre estarán presentes en un par de conciertos inolvidables.

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